ESPACIOS
Av. Gral. Las Heras 2214, un edificio neogótico que nunca se terminó
A comienzos del siglo XX, la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales funcionaba en una vieja casona de San Telmo, en la calle Moreno al 300, que tiempo atrás le había cedido la Municipalidad de Buenos Aires. Por entonces, el constante aumento del número de alumnos creó la necesidad de contar con instalaciones más amplias.
En 1909, las autoridades de la facultad convocaron a un concurso de anteproyectos para la construcción de una nueva sede en el predio comprendido por las calles Las Heras, Azcuénaga, Pacheco de Melo y Cantilo, en el barrio de Recoleta. Luego de evaluar las diferentes propuestas, el Consejo Directivo se inclinó por la del ingeniero Arturo Prins (1877-1934), que contemplaba la construcción de un edificio de estilo grecorromano. Sin embargo, una comisión especial constituida por la facultad le pidió que modificara su proyecto y elaborara uno en estilo neogótico. Prins viajó entonces a Europa, donde observó y estudió algunas de las principales catedrales góticas francesas y alemanas. A su vuelta presentó un nuevo proyecto que proponía un edificio de varias plantas rematadas por una gran torre central de una altura de casi 100 metros y dos laterales coronadas por pináculos que flanqueaban el acceso.
Las obras se iniciaron a mediados de 1912, luego de la colocación de la piedra fundamental. Desde un comienzo, el avance del proyecto sufrió diversos inconvenientes debido a que la facultad no contaba con los fondos necesarios. Al mismo tiempo, el estallido de la Primera Guerra Mundial provocó la escasez de materiales y el aumento de sus precios. Tras el final de la guerra, en 1918, las obras avanzaron con sucesivas interrupciones y nuevas puestas en marcha.
En noviembre de 1925 el edificio fue inaugurado oficialmente, tal como se lo ve en la actualidad, sin las torres. En 1938, la falta de presupuesto motivó la paralización definitiva de las obras. Diez años después, en 1948, la Facultad de Derecho se trasladó a su nueva sede de la avenida Figueroa Alcorta y el edificio de Prins fue cedido a la Facultad de Ingeniería.
El edificio cuenta con un subsuelo, una planta baja y tres pisos, distribuidos en una superficie de unos 20.000 metros cuadrados. El exterior de ladrillos a la vista debía ir revocado, pero no se sabe con qué tipo de revestimiento. Por eso, cuando en 2013 se iniciaron obras de restauración se decidió dejarlo como estaba.
Pablo Buchbinder (UBA- Conicet)