INSTITUCIÓN
LA CREACIÓN DE LA FACULTAD DE CIENCIAS EXACTAS Y NATURALES
Los orígenes de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales se remontan al nacimiento mismo de la Universidad de Buenos Aires en 1821. El proyecto de creación de la universidad porteña contemplaba la organización de un Departamento de Ciencias Exactas. Con ese objetivo, el gobierno de la provincia destinó los fondos necesarios para instalar un laboratorio de química y un gabinete de física, y para contratar profesores europeos. Sin embargo, las iniciativas de esos primeros años no perduraron y, con el correr del tiempo, las actividades relacionadas con la ciencia en la universidad se fueron abandonando.
La situación cambió recién a mediados de la década de 1860, cuando el rectorado de la UBA fue ocupado por Juan María Gutiérrez. Consciente de que el desarrollo del país requería de profesionales formados en Ciencias Naturales y Matemática que apoyaran el desarrollo industrial, la exploración de los recursos minerales y la realización de una cartografía científica moderna, Gutiérrez encaró un proceso de revitalización de la enseñanza de las ciencias y la tecnología en la universidad que ya no sufriría interrupciones. Así, el 16 de junio de 1865 se firmó el decreto por el que se volvía a crear el Departamento de Ciencias Exactas, que tendría a su cargo la enseñanza de “las Matemáticas Puras y Aplicadas y de la Historia Natural”. Por entonces, el ámbito de las Ciencias Exactas incluía también la formación de ingenieros, agrimensores y arquitectos.
Debido a la falta de profesores nativos nuevamente fue necesario recurrir a docentes extranjeros. Entre ellos sobresalieron las figuras de Pellegrino Strobel, en Geología, Miguel Puiggari, en Química, Carlos Berg, en Botánica y Zoología, y Bernardino Speluzzi, en Física. El primer argentino a cargo de una asignatura, Geología, fue el ingeniero Eduardo Aguirre. Los primeros egresados fueron ingenieros, entre los que se destacan Luis Augusto Huergo y Guillermo White.
En los años siguientes, el antiguo Departamento de Ciencias Exactas sufrió diversas transformaciones hasta que finalmente, en 1891, se convirtió en la Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales. La nueva casa de estudios incluía las carreras de Ingeniería, Arquitectura y doctorados en Ciencias Físico-Matemáticas y en Ciencias Naturales (en 1896 se agregó un doctorado en Química). A comienzos del siglo XX comenzaron a ingresar en la facultad estudiantes mujeres. En 1918 se graduó en ella Elena Bachofen, la primera ingeniera de la Argentina y de América Latina.
En 1952 la facultad fue desdoblada en dos nuevas unidades académicas: la Facultad de Ingeniería y la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales. Durante la gestión del decano Rolando García (1957-1966) Exactas transitó un período de verdadero auge. Dos de los logros más destacados de esa etapa fueron la creación del Instituto de Investigaciones Bioquímicas y del Instituto de Cálculo. También por entonces comenzó el traslado de la facultad desde las antiguas instalaciones ubicadas en la Manzana de las Luces a su sede actual, en la Ciudad Universitaria. El proceso de mudanza demandó varios años y recién finalizó en 1971.
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Historia, FCEyN,