INSTITUCIÓN
La creación del Ciclo Básico Común y el programa UBA XXI
Una de las medidas más importantes implementadas durante el rectorado de Francisco Delich fue la creación del Ciclo Básico Común. De acuerdo con las afirmaciones vertidas por el mismo Delich en su libro 808 días en la Universidad de Buenos Aires, donde recupera la experiencia de su gestión, el CBC asumía el desafío de brindar a los estudiantes una formación común y una actitud hacia el conocimiento. También se proponía crear un mayor grado de equidad y fortalecer la formación básica, tanto académica como ciudadana. Asimismo, a través del CBC la UBA se propuso dar respuesta al altísimo número de aspirantes a ingresar a sus claustros, como consecuencia de la eliminación de los exámenes de ingreso y de los aranceles que habían regido durante la dictadura.
El CBC se inauguró en marzo de 1985 ꟷse inscribieron cerca de 80.000 nuevos estudiantesꟷ y se articuló con un proceso de renovación de los planes de estudio de todas las carreras.
También en 1985 tuvo lugar otro hecho fundamental en la historia contemporánea de la UBA: la creación del programa de educación a distancia UBA XXI. En sus comienzos, UBA XXI fue pensado como un complemento del CBC. Desde su creación permitió que miles de estudiantes pudieran iniciar sus carreras sin concurrir a las sedes de las facultades. El programa comenzó a funcionar en 1986 con el dictado de las asignaturas Introducción al conocimiento Científico e Introducción al Conocimiento de la Sociedad y el Estado. La cursada se organizó sobre la base de materiales impresos, programas radiales y televisivos, y tutorías presenciales.
Programa UBA XXII
UBA XXII es un programa dependiente de la Secretaría de Asuntos Académicos de la Universidad de Buenos Aires que desarrolla tareas de investigación, extensión y docencia en establecimientos del Servicio Penitenciario Federal (SPF). El programa tiene por finalidad garantizar el acceso a la formación universitaria curricular y extracurricular de personas privadas de su libertad ambulatoria.
UBA XXII nació a partir del convenio firmado por el rector de la universidad y el director nacional del Servicio Penitenciario Federal el 17 de diciembre de 1985. Desde entonces, numerosos estudiantes han obtenido un título universitario, tanto dentro como fuera de los establecimientos penitenciarios, lo que constituye un capital invalorable al momento de su reinserción social e influye notoriamente en la reducción de la tasa de reincidencia.
La propuesta educativa de UBA XXII incluye carreras de grado que se dictan en la universidad y cursos de extensión universitaria (actividades culturales, de capacitación, de formación, recreativas y artísticas). Pueden participar en ella todas las personas privadas de su libertad ambulatoria, autorizadas previamente por las autoridades competentes.
El programa UBA XXII define un espacio en el que interactúan dos instituciones con funciones sociales diferentes, con dos lógicas contrapuestas. Por un lado, el SPF, responsable de ejecutar la privación de la libertad de hombres y mujeres que, en una sociedad que conserva esa modalidad de castigo, son mantenidos en una situación de marginalidad. Por el otro, la universidad, que tiene la responsabilidad social de promover, generar y garantizar la libertad de pensamiento.
Ser ciudadano supone la posesión de una serie de derechos garantizados por la ley, UBA XXII brinda herramientas para que las personas privadas de su libertad logren aceptar su responsabilidad social y proyectar una vida tanto dentro como fuera de la prisión. El programa concibe la educación como un instrumento que, en un espacio de libertad donde circule la palabra, promueva la posibilidad de pensar y pensarse. La oportunidad de estudiar, de obtener un título o un certificado se relaciona directamente con una libertad posible, con una forma de protección social.
El trabajo en las diferentes unidades del SPF se desarrolla en espacios de autogestión y autodisciplina llamados Centros Universitarios, a los que de lunes a viernes concurren docentes de la UBA. Ellos son el Centro Universitario Devoto del CPF CABA, y los Centros Universitarios de los Complejos Penitenciarios I (de población masculina) y IV (de población femenina), y las Unidades 19 y 31, en Ezeiza. Cada Centro cuenta una biblioteca, aulas, espacios para estudio, una sala de computación, y salones para talleres.
Las unidades académicas que participan en el programa son el Ciclo Básico Común y las facultades de Ciencias Económicas (carreras de Administración y Contador Público), Ciencias Exactas y Naturales, Derecho, Filosofía y Letras, Psicología y Ciencias Sociales (carreras de Sociología). En 2013 se incorporó la carrera de Trabajo Social, que actualmente cuenta con estudiantes avanzados.
Pionera en su género, la labor desarrollada durante más de treinta años por el Programa UBA XXII lo ha convertido en una herramienta invalorable para la construcción de ciudadanía, y para la reconstrucción de las subjetividades de los hombres y las mujeres que pueblan las cárceles de la Argentina.
Marta Laferriere
Directora del Programa UBA XXII