PUBLICACIONES
La revista Logos
En la Universidad de Buenos Aires la producción de publicaciones periódicas -como series de libros y revistas- fue particularmente intensa desde fines del siglo XIX. A las revistas Anales, Revista de la UBA y Archivos de la UBA se sumaron las series editadas por las facultades, los institutos de investigación y algunas cátedras.
Un caso especialmente interesante es el de la Facultad de Filosofía y Letras. Ya desde comienzos del siglo XX diferentes organismos de la facultad produjeron publicaciones periódicas, como el Boletín del Instituto de Investigaciones Históricas, cuyo primer número apareció en 1922, y la Revista de Filología Hispánica, editada por el Instituto de Filología a partir de 1939.
En 1941 las autoridades de la facultad crearon la revista Logos, que, aunque con algunas interrupciones, se publicó a lo largo de cuarenta años. La nueva revista tenía el propósito de transmitir diversos aspectos de la producción intelectual y científica de la facultad en su conjunto. En sus inicios contaba con cuatro secciones: una de artículos originales; una de textos, que incluía distintos tipos de documentos; una de notas y comentarios, y una de reseñas bibliográficas. En Logos dieron a conocer sus trabajos no solo destacados intelectuales y académicos argentinos; también lo hicieron figuras de otros países reconocidas internacionalmente en las disciplinas que se practicaban en la facultad, como el historiador holandés Johan Huizinga, el filósofo e historiador italiano Benedetto Croce, y el filósofo español José Ortega y Gasset. A mediados de los años cincuenta la revista modificó su organización: conservó las secciones de notas y comentarios y de reseñas, y reemplazó las de artículos y textos por otras tres que correspondían a las principales carreras que entonces se dictaban en la facultad: Historia, Filosofía y Letras. Según sus editores, la intención de Logos era llegar a ser “progresivamente no ya una publicación de la facultad, sino el intérprete y el vocero de la misma”. En sus orígenes la revista fue dirigida por uno de los profesores más prestigiosos de la institución, Ángel Battistessa, quien en 1954 fue sustituido por el filósofo Miguel Virasoro.
Pablo Buchbinder (UBA-Conicet)